La importancia que tiene la empresa familiar guarda una relación directa con su contribución en la economía global y a su impacto en la sociedad. Si nos remitimos a la historia, encontramos familias que destacan por su vínculo activo con la sociedad porque han encontrado formas efectivas y creado propuestas que se alinean con las necesidades de sus comunidades, y cuyas iniciativas han trascendido generaciones, como es el caso de la familia Cargill en Estados Unidos.
En Latinoamérica, la labor para que más empresas familiares consigan diseñar propuestas sostenibles y relevantes para sus comunidades, continúa siendo un desafío. En nuestra región es común encontrarnos que, aunque las familias empresarias tienen una actividad filantrópica que involucra miembros de las diferentes generaciones, ésta se realiza de manera personal, como una tradición donde se entrega una colaboración o ayuda a una causa con la que guardan alguna relación, pero donde no existe una gestión planificada o falta una estructura que permita gestionar de manera profesional las iniciativas de filantropía dentro de las sociedades donde se encuentran sus actividades.
Como cultura, estas actividades están asociadas con conceptos y acciones de caridad. Sin embargo, existen casos de familias que demuestran que es posible crear iniciativas que atiendan necesidades en sus comunidades a través de una fundación u organización que se encargue de trasladar beneficios y un impacto positivo, medible, con liderazgo e involucrando a diversos actores.
En países donde las condiciones de volatilidad e incertidumbre son altas y se han mantenido por tiempo prolongado, son las iniciativas con orientación social las que han fortalecido los vínculos entre las empresas y sus comunidades. Han sido las empresas familiares las que entendieron las exigencias que imponían las nuevas dinámicas asociadas al clima político y regulatorio, sobre la necesidad de liderazgo con actividades filantrópicas, genuinas y orientadas a atender problemáticas sociales complejas. Estas organizaciones han logrado superar los obstáculos en entornos de alta incertidumbre, crecer y continuar sus operaciones con éxito.
Cuando se ha comprendido con profundidad la relación entre la familia, la empresa y la comunidad, la generación de valor y su devolución a la comunidad resulta en un beneficio sostenible. Para ello, es necesario revisar las bases sobre las cuales se interpretan a las actividades de filantropía, ya que en su origen, y por su carácter comunitario, la relevancia pública está relacionada también con la amplitud y el diálogo entre los diferentes actores que pueden involucrarse, apoyar y permitir que las iniciativas escalen y se desarrollen. En nuestra región, la participación, aportes y miembros de las familias que participan quedan en la confidencialidad, en su mayoría, de manera que las probabilidades de crecimiento e impacto son menores. Es necesario establecer un marco que permita abordar a la filantropía desde una perspectiva diferente y apoyar su fortalecimiento.
La fundación familiar como unidad dentro de la estructura del gobierno corporativo familiar representa una oportunidad que involucra familia, empresa y sociedad. Una vez que la familia se ha convencido de iniciar de manera profesional una fundación, es necesario definir en cuál actividad o cuál causa atenderá. En mi experiencia como consultor y junto a mi equipo, cuando hemos acompañado a familias empresarias en estos procesos, aconsejamos que no ocupen espacios que ya tengan mucha presencia de otras organizaciones, pues hemos notado una tendencia a querer ocupar actividades que cuentan con mucha colaboración. La elección de esta actividad debe cumplir con criterios que les permitan generar un mayor impacto en la sociedad y los espacios para innovar en términos de filantropía van en aumento, dadas las brechas sociales existentes.
Para la familia empresaria, realizar actividades filantrópicas trae excelentes resultados a lo interno del grupo familiar, pues permite a miembros de las diferentes generaciones trabajar en conjunto, alineados, con experiencias enriquecedoras donde todos pueden participar, y fortalecer su idea de legado familiar.
Para profundizar sobre cómo las empresas familiares construyen su fundación familiar, te invitamos a visitar “Cómo se construye la fundación familiar” en nuestra serie “Legado familiar, cómo se construye”.
Guillermo Salazar es socio director de Exaudi Family Business Consulting®, experto en gobierno corporativo, planificación estratégica de la sucesión y patrimonios familiares. Ha asesorado a numerosas familias empresarias en sus protocolos, transición generacional, alineación de la visión de la familia y sus valores para la toma de decisiones y resolución de conflictos. Seguir leyendo
Serie Legado familiar, cómo se construye
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