Metodología permite a la familia y los consultores trabajar de manera conjunta en la definición de este recorrido a través de tres fases: Diagnóstico, Diseño de Órganos de Gobierno y Definición de las cláusulas del Protocolo Familiar.
Es posible que la familia propietaria se encuentre en su primera aproximación para iniciar la creación de un sistema de gestión familiar, o también, que el Protocolo Familiar con el que cuenta actualmente ya no se adapte a las necesidades y particularidades del grupo familiar. En cualquier caso, les orientamos en el proceso que explora y define cuáles serán esas nuevas normas que apoyarán la gestión y la transición generacional de su patrimonio.
Al emprender este proceso la familia empresaria logra:
Planificar y definir un conjunto de reglas adaptadas a sus características y necesidades para una gestión segura del patrimonio familiar; coherente con los valores familiares y enfocada en el futuro al cual desean dirigirse.
Dotar al sistema de gestión familiar de orientaciones consensuadas que les permita tener flexibilidad, profundidad y una clara interpretación de los deseos del grupo familiar
Establecer lineamientos validados y acordados que sirvan de base para abordar las conversaciones alrededor de temas sensibles y necesarios para la evolución de la visión del patrimonio.
Promover los valores y principios que definen a la familia, que forman parte de su historia y de su acervo cultural.
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