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Tres mitos del director externo en una empresa familiar

 
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En la empresa familiar el director externo contribuye con sus experiencias, conocimientos y habilidades en la consecución de los objetivos estratégicos del negocio, además de fortalecer la confianza y transparencia en las decisiones y gestión de los órganos de gobierno corporativo.

En ocasiones, la inclusión de este profesional estratégico despierta algunas dudas sobre cómo podrá entregar su valor agregado, dentro de un espacio que históricamente ha sido ocupado por miembros de la familia empresaria. Es posible que estos temores tengan relación con algunos mitos que te comparto a continuación: 

 

El director externo es sólo para empresas familiares multinacionales

Formar parte de una familia emprendedora tiene ciertas connotaciones, y la primera de ellas es que cuando eres miembro de una familia empresaria, creces rodeado de un ambiente donde la disciplina y el trabajo constante no son ajenos a las dinámicas familiares. Esa condición va tejiendo una base de valores, que como eje de la cultura familiar fortalece las cualidades de los individuos para desarrollar en un futuro las habilidades que necesitan para darle continuidad al legado familiar.

Si has estado en contacto con el tejido emprendedor de tu familia, sea a través de anécdotas, conversaciones, visitas a las empresas familiares, o si tus padres muestran una actitud positiva hacia el proyecto familiar, tu sentido de pertenencia va creciendo y en el futuro será motivo de orgullo. La continuidad de la empresa familiar será posible en las manos de una generación integrada con sus valores familiares, donde el emprendimiento forme parte de su motivación.

Para indagar sobre este mito es propicio mencionar que la inversión para mantener en funcionamiento los órganos de gobierno no sólo involucra el pago de los profesionales, también existe inversión de tiempo y esfuerzo por ser disciplinados con las reuniones, cumplimiento de agenda y entrega de resultados, por mencionar algunos, ya que las familias empresarias que deciden dar este paso han internalizado que es un paso necesario en su crecimiento.

Es posible entonces que a este rol se relacione con una estructura que sólo podría "darse el lujo" de tener una empresa familiar que haya logrado hacer crecer sus operaciones convirtiéndose en una organización de alcance regional. 

En la realidad, muchas empresas familiares en todos los continentes empezaron a organizar y planificar su crecimiento de los próximos veinte años, incluso en países donde sus entornos socioeconómicos y políticos representan una amenaza importante. Estos grupos con visión de futuro lograron profesionalizar su empresa y también han involucrado directores externos que contribuyen con la nueva etapa y futuro que se han planteado. Con esquemas planificación estratégica, profesionalización de la empresa familiar y la incorporación de directores externos, han construido un rumbo hacia el porvenir.

Es complejo mantener la independencia del director externo

Un director verdaderamente independiente genera confianza y transparencia en las decisiones que se toman en la Junta Directiva, Directorio o Consejo de Administración (acepciones que se adaptan de acuerdo al país en el que nos encontremos en nuestra región hispanohablante).

Una de las preocupaciones e incluso razón de fracaso en la incorporación de directores externos en el negocio familiar, se relaciona a la cuestionable independencia en su conducta y por tanto en sus decisiones, donde puede verse favorecido un grupo de accionistas en detrimento del resto, y con esto estimular malas prácticas en los órganos de gobierno impactando la atmósfera de cordialidad y armonía, y por supuesto los resultados del negocio. Es por ello que debe prestarse especial atención tanto a las cualidades técnicas del perfil como al origen o naturaleza del vinculo de la persona que ocupará este rol, pues debe ser inconexo con el grupo o grupos familiares. Es decir, que será mejor evitar tomar en cuenta a personas que hayan prestado servicios ya relacionados con la empresa familiar como: abogados, asesores financieros, por mencionar algunos.

Teniendo en cuenta lo anteriormente mencionado, es aconsejable contar con asesores externos con experiencia en orientar procesos de selección de estos importantes perfiles, cualidades como inteligencia emocional, demostrar una conducta profesional y asertiva, imparcial ante las decisiones y a las posturas de otros miembros del directorio son angulares y darán claras señales de que su conducta es independiente.

Para garantizar el carácter independiente del director externo es necesario prepararse desde su proceso de selección y también ser conscientes de que existen buenas prácticas que permiten gestionar eficientemente su participación para construir la confianza necesaria, teniendo en cuenta que incluso la cantidad de tiempo que el director externo participe en la Junta Directiva, Consejo de Administración o Directorio es aconsejable limitarlo. Con esto, la familia empresaria tiene la tranquilidad de contar con un rango de tiempo que le permitirá conocerle y trabajar en equipo, tendrá tiempo de construir una relación profesional y ver sus frutos.

Riesgo a que se revelen secretos del negocio

Las dinámicas de las empresas familiares, por su naturaleza, ocurren entre personas con un alto nivel de confianza a nivel personal. Conforme el negocio va creciendo su operación va complejizándose, mientras que la gestión del poder sigue estando en manos de los accionistas o propietarios. Esto tiene implicaciones muy interesantes en sus dinámicas que desde el punto de vista administrativo, en algunos casos pueden ser un poco informales, reuniones imprevistas, conversaciones estratégicas sobre el futuro del negocio en el mismo momento que ocurren decisiones operativas, o aprobaciones de inversiones importantes en el marco de una conversación que en principio sería para definir temas tácticos.

Estas interesantes dinámicas ocurren con cierta informalidad, pero con un alto nivel de confianza que permite compartir los secretos del negocio familiar. Cuando el negocio se complejiza, las familias necesitan gestionar esa complejidad desde la necesidad de organizarse y profesionalizarse, pero también de sumar nuevos integrantes que contribuyan con su valiosa experiencia en el crecimiento del negocio familiar.

 
 
 

Es posible invitar a un director externo a la empresa familiar e integrarlo en un entorno seguro y de confianza para ambas partes, a través de contrataciones específicas para este tipo de profesionales donde los intereses de la familia y el ejecutivo queden al margen del conflicto de intereses, incluyendo cláusulas de confidencialidad y buenas prácticas certificadas por organismos especializados.

 

 
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Pablo Aure Fariñez es socio consultor de Exaudi Family Business Consulting®, experto en gobierno corporativo para empresas familiares, en el diseño, fortalecimiento y desarrollo de órganos de gobierno tales como consejos de familia, juntas directivas, juntas asesoras y comités de primos. Seguir leyendo

 
 
 

 

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