La toma de decisiones en la empresa familiar
Cómo construir el consenso en la empresa familiar
Parte 2
En el proceso de toma de decisiones en la empresa familiar, el consenso se concibe como la fórmula que trae mejores resultados para la familia y el negocio, ya que representa la sumatoria de los intereses del grupo familiar y genera resultados sostenibles en el tiempo.
Tomar decisiones por consenso, sin embargo, requiere de un conjunto de habilidades y conductas. En principio las intenciones individuales deben ser compartidas con claridad en el grupo familiar, comunicarse de manera adecuada y en los foros acordes a lo que se quiere discutir, dedicarle tiempo a las discusiones donde puedan escucharse todas las opiniones, y con compromiso con el objetivo común. Tomar decisiones bajo consenso involucra ser generoso y estar dispuesto a ceder.
La experiencia de tomar decisiones bajo consenso contribuye a la madurez del grupo familiar para decidir mejor sobre el futuro. Pero el camino hacia el desarrollo de estas habilidades no estará libre de obstáculos: es un proceso de mejora continua donde habrá momentos de aprendizaje, desaprender viejas formas de tomar decisiones y abrirse a nuevas opciones.
Dictaduras de minorías: la manipulación de la voluntad grupal para favorecer la posición de un número menor de integrantes.
Cuando el consenso se toma a la ligera, sin profundizar en su comprensión y práctica, es posible que surja el riesgo de las dictaduras de minorías: la manipulación de la voluntad grupal para favorecer la posición de un número menor de integrantes. En mi labor de acompañamiento a familias empresarias he podido observar cómo iniciativas grupales no llegaron más allá de las primeras discusiones, debido a que uno o dos integrantes, cuando llega el momento de tomar la decisión, revelan otros intereses.
Estas dinámicas donde los intereses personales han permanecido ocultos o fuera de las discusiones del foro familiar, no permiten la exposición clara de las intenciones e intereses. Y esto puede tener su origen en situaciones diversas: sea porque la persona no se siente cómoda con expresarlo desde el principio, porque en su autopercepción será juzgada a por el resto, o porque no está lista para renunciar a intereses personales. En cualquier caso, esta tendencia es una de las razones que mayor desgaste genera a lo largo de las negociaciones y va en detrimento de la confianza.
Cuando se evita comunicar intereses personales, se les está otorgando prioridad. Por eso deben existir los foros adecuados para establecer conversaciones y gestionar el conflicto como parte de la evolución del intercambio de opiniones. Cuando me referí al consenso al inicio de este escrito mencioné que, en la práctica, tenía mucho que ver con el acto de ceder. En algunos casos habrán individuos con una tendencia natural a ceder, pero no estarán en esa posición siempre, ya que estos, también tienen intereses individuales. Por eso, es necesario trabajar en alinear los intereses personales y grupales, y estar listos para afrontar aquellas situaciones en las que no lo estén. En cierto modo, el consenso implicará convivir con cierta incomodidad.
Cuando las dinámicas se complican y el interés individual no se alinea con el interés grupal, pareciera que los caminos se vuelven estrechos en el proceso de tomar decisiones, sin embargo no tiene porque ser así. Existen métodos alternativos y efectivos ajustados a la realidad del momento, es allí cuando nace la oportunidad de probar opciones creativas que permitan tomar decisiones y que estas puedan tener su origen en el seno de la familia empresaria, relacionada con su cultura y sus valores, diseñadas en el consejo de familia, donde todos se comprometan a respetar esta dinámica.
También, cabe la posibilidad de utilizar vías más pragmáticas como la votación, que contribuye a que las familias puedan avanzar y no se estanquen en discusiones que terminen por afectar la buena marcha del negocio. Teniendo en cuenta que la información tiene que estar disponible para todos, de forma oportuna y que las conversaciones previas sirvan para generar transparencia y confianza de manera que cada uno de los participantes pueda expresar su voluntad.
Las familias empresarias cuentan con un abanico de métodos y opciones que pueden incorporara a lo largo de su trayectoria. El consenso, como fórmula privilegiada, no excluye el uso de otras formas de toma de decisiones para que en el momento y bajo las circunstancias que lo ameritan, puedan ser más efectivas. La construcción del consenso es un proceso de madurez y aprendizaje de la familia, de las interacciones entre sus miembros y de la ruta que hayan decidido seguir para alcanzar la conservación del legado familiar. En esta ruta la resolución de conflictos permitirá crear nuevas posibilidades, abrirse a perspectivas. Asumir el conflicto como oportunidad también fortalece la toma de decisiones. Debido a que existe una mirada proactiva, se trabaja con las diferencias y se usan los puntos de vista comunes para mantenerse cohesionados.
Pablo Aure Fariñez es socio consutor de Exaudi Family Business Consulting®, experto en gobierno corporativo para empresas familiares, en el diseño, fortalecimiento y desarrollo de órganos de gobierno . Seguir leyendo
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